jueves, 11 de octubre de 2012

La chica mona

La chica mona es la que no llega a guapa pero que tampoco es la fea. Es el tipo de chica prototipo de cardo borriquero si engordara y se cortara el pelo. Es el tipo de chica que, si no respalda su monería con algo más tangible como un saber estar, una inteligencia o un don de gentes, no es nadie.
La chica mona es un espécimen común entre la sociedad actual. Los genes adolescentes se codifican de tal forma para dar lugar a la chica mona de forma que pase desapercibida y no pueda distinguirse de su manada de chicas monas. El rebaño acostumbra a aglomerarse en grupos de tres, cuatro, o incluso cinco chicas monas excluyendo a la aspirante a cardo borriquero pero tolerando a la guapa. La guapa guarda el cargo de imprescindible en el grupo aportando una estabilidad social al conglomerado. Las monas rigen su función y se limitan a pasar desapercibidas. La guapa degusta manjares en su trono mientras las monas más espabiladas devoran las sobras que los perros de la guapa no quieren.
Cada una de las monas disfruta de un corto pequeño instante de protagonismo cada cierto tiempo proporcional al numero de disparates que diga o la ropa que se ponga. Luego vuelve a su estado de desapercibimiento usual, porque como bien es sabido, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.