jueves, 7 de noviembre de 2013

No soy una nota

No soy una nota. No soy una nota. No soy una nota. Me repetía meciéndome sobre mi misma en el suelo de la habitación, después de desvanecerme y echarme a llorar cual niña pequeña sin piruleta, sin recompensa, con ilusión perdida.

No soy una nota. Lo que importa es el esfuerzo y lo que he aprendido. No soy una nota. Soy las horas de más estudiar que de dormir. Soy las tardes de domingo que se convirtieron en madrugadas estudiando. Soy las ocho horas seguidas de estudio ininterrumpido. Soy mi sentimiento de auto superación y cincuenta pares de bolis reventados en mis apuntes. Soy el sentimiento de frustración de Jack.

No hay comentarios:

Publicar un comentario